Disertaciones de la Vainica, I

HOLOCAUSTO

Imaginen la mar inacabada,

un sólo cuerpo unido al firmamento,

y que la estrella, oíd tan azulada

descienda al horror ensangrentada,

estremecida ante inútil sufrimiento.

Mi error seguro el haber nacido,

sin dignidad, patria, oíd sin nombre

no sé de mayor odio conocido

el semejante por su igual perseguido,

y tan magna obra toda del hombre.

Una pesadilla el resto de la vida,

que es toda por ser el dolor temprano,

el sueño será, oíd permanente huida

y si por casual tu sombra descuidas,

que esté lejos el puñal de tu hermano.

Luis Sánchez García

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Disertaciones de la Vainica II
TE RECUERDO ABUELO

Ya eres el eco nimio de un lago desecado,

la turba azorando la luz que prevarica

en lo ausente de un compás fúlgido,

lealtad afín al conjunto y su pericia,

ese instante glaciar donde habitan nenúfares

y la historia comienza un nuevo ciclo,

realidad tipificada en un reglamento no escrito

por los seres que odian, el motivo

que prepara una ruta de sangres que convergen,

la ansiada ternura de una madre suplicante,

lo que quedó varado en un tiempo agitado

para inventar nuevas profecías, sal fundida

en la vastedad de la tierra culminada,

todo es ignominia, experimento que define al caos

de una trama consumada para ser irredenta y cobarde

mientras duerme placido el olvido pluscuamperfecto,

la valquiria tremenda oficiando el desenlace.

¡Te recuerdo abuelo!

Luis Sánchez García

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Disertaciones de la Vainica III

PROMESAS (Promissa- Promissus)

Mas allá de los muros retoma el sol su antro,

recala una nave destinada para huir, pronto

se hará de noche y todo será diferente,

vendrá un ave a curarse del frío, se pondrá

una línea roja entre la piedra y las almenas

que pregonan una soledad antiquísima,

afuera caerá la lluvia torrencial,

los rebaños humearán fétidos por el agua en su angostura,

mas una huella hundida en el barro, jugando

con los gusarapos, trepará hasta la garita que permanece inédita,

el vigía de lo temporal se hace insumiso, conserva

en su afán una escalera esculpida en galeras, y la propuesta

subordinada al vacío gregario de la locura,

un emisario se acerca a la puerta y vocifera palabras

hace tiempo olvidadas, desgrana como un martillo pletórico,

odiseas de un mundo remoto que ya no existe

y extiende su capote mojado de relente infringido.

Luis Sánchez García

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Disertaciones de la Vainica IV

Por el puerto transita seductora la luna

inventando quiebros de mareante exactitud circunspecta,

y tanto oleaje en la roca penetrada

rematando salpicaduras libres de espuma,

preludian la aventura de la errante estrella conmutada,
destronados e inmóviles quedan los abrazos del amante

que no respeta la carne,

y de puntillas sale del coma que le cuestiona,

lo arriesgado de querer la mitad del ámbar,

conceder cordura al almíbar irisada, prescindir

de la flor que se insinúa,

en el garito se intuye una corte de seres extraños

demacrados ahuyentando desgarros preliminares,

en la nota de un piano augusto se encuentra la indisciplina

que lleva al silencio agarrarse a un eje bipolar e insondable,

y pasa la eternidad musitando un cansancio trepidante

entre paredes manchadas de orín, cual sentencia inapelable.

Luis Sánchez García

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Disertaciones de la Vainica V

Nada sumergido protesta su extrañeza

ante la voluntad que exculpa arrepentida

lo fundamental del concilio, sus atribuciones

son mensajes que conciernen al hombre,
la sospecha de que una paloma famélica

equivocó el rumbo,

la mano que descubre sigilosa protuberantes formas

de entender la medida, la rítmica

de la vida diseñada por otros,

fugitivo por la regla parcialmente concebida,

tiranía del agua que niega al aljibe su condición,

por eso el grito que parte en pedazos la tarde

aquella de malabarismo circense, cierta únicamente

la voz que responda, desde lo más profundo

del desconsuelo y su abismo,

la respuesta que por esperada, precisa

conseguir lo perdido en el naufragio, inconsolable.

Luis Sánchez García